CEIP Duran i Bas (Barcelona)

Cuando yo estuve, fué del 50 al 57 y en aquellos años los criterios en cuanto a la distribución de los alumnos eran muy propios de la época.
Recuerdo que los niños a una case y las niñas a otra.
En los primeros años de mi asistencia, ví cómo al que era zurdo para escribir le ataban el brazo a la silla para que no pudiera usarlo y escribiera con la derecha.
Y cuando estuvimos 3 meses ensayando cada día en el patio las formaciones gimnásticas que luego desplegamos, junto con otros colegios de Barcelona, en el Estadio de Montjuich, una sofocante tarde de Julo en la que asistió Franco.
Aparte del edificio y de su hermoso patio interior con sus escaleras adornadas, era el gran pino que señoreaba el patio y la parte del fondo del patio (la colindante con los jardines), que como le daba poco el sol, siempre estaba resbaladiza para jugar a la pelota.
Y la entrañable señora que estaba cada día a la puerta del cole, vendiendo caramelos, golosinas, membrillo crudo.
Son muchos los recuerdos que tengo, algunos malos y otros buenos.