Colegio San Ramón y San Antonio (Madrid)

Mi hijo cursa en ese colegio desde infantil, porque es un colegio concertado, no privado, que estaba gestionado por una congregación de Agustinas del Amparo y se notaba su mano, como ocurre en los hospitales donde hay monjitas.
Los primeros cursos ,infantil y primaria, fueron muy bien, aunque los profesores es verdad que eran mayores, lo cual puede ser positivo, por su experiencia, o negativo, porque no tienen quizás la energía, nueva formación y nueva pedagogía de profesorado más joven. Pero es verdad que estaban muy pendientes de sus alumnos y muy buena comunicación con lo padres.
Los problemas surgieron cuando se prescindió de la congregación y se traspasó la dirección.
A pesar de que uno de los estatutos de la Fundación establece claramente que el colegio debe estar en manos de una congregación religiosa, llevamos unos años esperándola pero creo que ya no
va a aparecer.
Por experiencia propia, tengo que decir que ahora el colegio dirige sus esfuerzos y recursos a las etapas de infantil y primaria. Secundaria y bachillerato están abandonadas a su suerte.Aquí la atención personalizada al alumno casi ha desaparecido. El colegio se ha vuelto elitista, en el sentido que los únicos protagonistas de la vida escolar son los más brillantes. Los que disfrutan de actividades y recursos son aquellos seleccionados por el colegio y se practica la desigualdad de oportunidades y la discriminación, porque las oportunidades y los recursos no se ponen al alcance de todos los alumnos, estableciendo unas diferencias cada vez mayores entre los alumnos a nivel formativo y emocional. La formación enriquecedora es sólo para unos pocos.
Es decepcionante, además, que esto suceda en un colegio con un ideario y proyecto educativo de
índole cristiana como es este. Esa es la palabra,decepción.