Conservatorio Joaquín Rodrigo (València)

Escribiré para comentar algunas cosas.

En primer lugar, organización: En el conservatorio superior las cosas las cosas no van bien. Se le debería caer la cara de vergüenza a toda la junta directiva del centro, empezando por el director, ya que parece que cada año que pasa, se esfuerzan en hacer las cosas un poco peor. ¡Y vaya si lo consiguen! Es algo digno de elogiar que año tras año, curso tras curso, la matrícula de los nuevos alumnos se convierta en un calvario denigrante durante el cual eres tratado como una basura. Por no hablar ya de los cambios de profesorado por culpa de errores informáticos o simples mejoras en el horario. Aparte quedan las solicitudes burocráticas fuera de época de matrícula, como son los certificados de estudios o demás documentación, para los cuales tienes que esperar semanas para que simplemente sean firmados, un gesto que dura escasamente unos 5 segundos, por el que esperamos semanas enteras.

En segundo lugar, equipamiento: ¿qué se puede decir que no sepamos ya todos? Cabinas insuficientes por las que tienes que esperar en el mejor de los casos una hora, con cristales rotos, y en invierno una temperatura nada apropiada para la práctica de un instrumento. Atriles robados de cabina en cabina, en el caso de que puedas robarlo, porque si no es posible, es el momento de ir mendigándolo de clase en clase, poniendo cara de pena al profesor de turno. Y si algún día es necesario ensayar con un grupo de cámara de 4 personas, hay que hacer malabarismos para caber en esos zulos húmedos y claustrofóbicos. Roedores y cucarachas correteando por cabinas de estudio y pasillos, si lo piensas bien llegan a hacerte compañía una vez te acostumbras a su alegre trotecillo y crepitar.

En tercer lugar, profesorado: En este apartado, romperé una lanza en favor de unos pocos. En el conservatorio hay algunos profesores que merecen nuestro elogio, ya que son algunos de los profesionales mejor preparados que podemos encontrar en el país. Empezando por los profesores de instrumento, alguno de música de cámara y muy pocos de asignaturas comunes. Lamentablemente, este apartado no puede ser bueno totalmente, ya que hay muchos profesores y profesoras en el conservatorio que debieron retirarse de la docencia hace mucho, abandonar la música cuando aún no habían hecho el mal a los alumnos o, simplemente, aprender ciertos modales y simples reglas de educación ciudadana. A nadie le gusta que le insulten y le traten como a un estúpido en clase, y a mí en particular nunca me ha resultado agradable el escuchar a un trombonista frustrado, reconvertido a compositor contemporáneo que ha fracasado y terminado sus días en un conservatorio de dudosísimo prestigio como este arruinando la ilusión de muchos alumnos que soportan sus perogrulladas sobre él mismo y sus amiguitos compositores escritores. Por no decir de la insistente manía de dichos profesores de hablar en el dialecto valenciano, cosa que a los pobres estudiantes provenientes de otras comunidades autónomas castellanoparlantes les resulta ininteligible. Y a pesar de que el propio profesor pregunta si es necesario que se hable en castellano y se le diga que si, ¡continúa hablando en valenciano!

En cuarto lugar, política y sociedad: Desgraciadamente, en esta comunidad autónoma hay muchas cosas que fallan. Empezando por lo básico: la gente, el pueblo valenciano. El valenciano típico es un hombre o una mujer con cierto problema de egocentrismo y prepotencia incontenible, casi siempre proveniente de algún pueblo del extrarradio de la ciudad o colindantes con una seria dificultad de contener el volumen de su voz, su acento y carente de educación a la hora de hablar. Este tipo de gente parece creer que están en la cima de la música española o algo así, cuando lo único que son es posiblemente un grupo de iletrados catetos, ignorantes de la imagen que dan al público y carentes de musicalidad y sensibilidad.

Y hablando de sensibilidad musical, yo desconozco la razón por la cual en este conservatorio son pocos los que conocen el significado de la palabra "piano" en una partitura. Es como poco triste que en una orquesta, en un grupo de cámara o en cualquier agrupación se toque todo al mismo volumen, salvo cuando hay una indicación de "fortissimo", que entonces la escasa delicadeza y la intención de cuidar el sonido se torna en fuerza bruta sin control, burda, estúpida y sin ningún rigor estético.

En definitiva, y con esto me iré despidiendo ya, creo que esta comunidad valenciana tiene un conservatorio que, por muy cruel que resulte oírlo, se merece. Si este conservatorio está así es porque se ha degradado a causa de la gente que lo dirige y de la gente que estudia en sus aulas. ¿O ahora diremos que las pintadas de las cabinas las ha hecho el jefe de estudios? ¿O que los tubos fluorescentes no tienen cristal porque la secretaria los ha arrancado? ¿O que los pianos están rotos porque el director los ha aporreado hasta romper los macillos? Si digo que a la junta directiva se le debería caer la cara de vergüenza, a los alumnos nos debería pasar lo mismo.

Este conservatorio es lo que es ahora mismo a causa de la gente que hay allí, dirigentes y estudiantes, y si queremos que algo de eso cambie, tendremos que cambiar nosotros primero para que la otra parte cambie.

Reflexionemos y hagamos un examen de conciencia, que no nos vendrá mal.
Atentamente:

El Sumo Sacerdote del templo de Rubí

bueno, que decir que no sepamos del gran conservatorio que tenemos. INSTALACIONES PRECARIAS antiguas, con roedores que nos acompañan en esa gran concentración que se consigue con sus lujosas cabinas, su ronroneo acompaña la sucesión de notas desafinadas que surgen de esos pianos...que me teneis que decir de esos pianos!! todo esto mezclado con la sonoridad exquisita que resulta entre las cuatro paredes de la CABINA. Las AULAS, tu sabes lo que ganas en concentración cuando cada semana en tu clase de instrumento oyes infinidad de sonidos a tu alrededor?? taladradoras, grúas, coches, etc. siempre estan en obras, y como no abras la ventana te asas, pero cuidado si la abres porque PUEDEN ENTRAR ANIMALES INDESEABLES. Eso sin contar en que tienes que transportar el mobiliario de una clase a otra antes de empezar siempre faltan sillas, porque mesas ni te lo plantees, escribir en tus rodillas es saludable para tu espalda,... Y el salon de actos... es SUBLIME (eh..), gran preparación para los alumnos de INTERPRETACIÓN, un conservatorio sin salon de actos... Lo unico bueno... la cafeteria, eso si, se come bien alli, se nos trata bien, todo lo contrario que en la otra zona, esa, esa que cuando te acercas no se sabe porque todos te desean suerte...SECRETARIA. La admistración sabemos que funciona mal en este país, en la comunidad valenciana la conselleria de educación es un desastre, pero la secretaria del conservatorio joaquin rodrigo de valencia... (no se me ocurre adjetivo alguno para describirlo...). Todos sabemos esto pero eso si hay gente que vale la pena conocer, profesores, alumnos, conserjes, bibliotecarias... etc. Nos llevamos buen recuerdo de nuestro paso por alli, al menos hay que intentarlo y verlo con buenos ojos. Sacarle el provecho máximo que puedas... Nenaaa quiero una pelusa de esas!!! na que mucha suerte con el portal.

jeje pues a mi me gusta, no -como es lógico- por las instalaciones ni por la organización del centro, que es bastante precaria.... pero sí por el ambiente y el buen rollo que tenemos muchos de los alumnos y por la gente tan maravillosa que he tenido la suerte de conocer en él. Creo que tenemos la mala suerte de vivir en este momento tan decadente en la historia del arte en nuestro país. Y que, aunque debemos quejarnos porque oye! está en nuestro derecho una educación digna... también debemos intentar en todo momento y ante cualquier entorno (como os digo hasta en éste, tan poco favorable..) ser mas positivos y por tanto felices, querernos mucho y aprovechar lo que se nos brinde... que, aunque sea poco, menos es nada.