CRA Sierra Oeste Zarzalejo

Aterricé en el CRA hace casi 10 años y desde entonces, me considero una afortunada por disfrutar de los paisajes que me acompañan cada mañana, la sierra, sus cambios estacionales y llegar, por fin, al cole, donde los alumnos me reciben con una permanente sonrisa.
Mis compañeros a lo largo de estos años han sido también estupendos, aunque cambian las caras, las personas, siempre se conserva el "espíritu del CRA" ese que nos contagia a casi todos nada más llegar y nos hace trabajar al 100%, siempre en equipo.
He visto compañeros que llegaron lamentando su suerte porque estaban demasiado lejos de su casa o sus amigos y que al cabo del tiempo se despedían con lágrimas en los ojos, sabiendo que habían vivido una experiencia que sería difícil de olvidar.
Como dije al poco tiempo de llegar, el día que me despierte y sienta que voy a trabajar sin ganas, sin una sonrisa en la cara para mis chicos, ese día, habrá llegado el momento de marcharse, y siguen pasando los años...