Escuela Infantil Jugar y Sentir (Tres Cantos)

Mi hijo mayor fue a Jugar y Sentir y no lo dudé con la pequeña. En cuanto me quedé embarazada reservé plaza para ella porque sabía que no podía estar en un sitio mejor. Basada en las pedagogías Waldorf, Montessori y Pickler, la escuelita es muy familiar. Un lugar donde se respetan los ritmos y las necesidades de cada niño. Gracias a las bajas ratios pueden garantizar un acompañamiento muy personalizado y, como dicen en otras entradas, juntar a los niños de diferentes edades sin hacer peligrar su seguridad, favoreciendo el enriquecimiento que supone para los pequeños y los grandes.
El amor y el cariño son primordiales. Nunca hay besos, abrazos y caricias de más. En cuanto a las actividades, cada día es una sorpresa: manualidades, experimentos, exploración, cantar, bailar, disfrazarse, teatrillos, psicomotricidad en el aula de psico o simplemente salir al magnífico jardín privado a jugar. ¡Las posibilidades son infinitas! Y la alimentación también es un punto muy importante: comida casera, sana y deliciosa.
En Jugar y Sentir las familias somos un pilar fundamental. Siempre somos bien recibidas. Entre los niños, las acompañantes y las familias construimos la escuelita. Por si no ha quedado lo suficientemente claro... Recomiendo totalmente Jugar y Sentir.

Soy una mamá que lleva a sus 2 hijos a Jugar y Sentir. Es decir, que sé de lo que estoy hablando. Estamos encantados por como tratan a nuestros hijos, por el cariño, libertad, lo que aprenden a diario, los juegos que hacen, las canciones que aprenden....

Yo llevaba a la mayor a otra escuela y la saque porque el trato que recibía era como estar en una escuela con Hitler. La obligaban a comer sujentándola por la fuerza, la despertaban como si fuera un animal de la siesta porque iba a buscarla....lo que cuente se queda corto!

Cuando conocí el proyecto de Jugar y Sentir ya me interesó, por escuchar que existía otro tipo de educación alternativo. Es decir respetan y escuchan a los peques, por muy pequeños que sean! Tengo que decir que ahora que estoy dentro...es algo que no se puede explicar con palabras.

Hablan de seguridad!! Que tienen poca seguridad!! Madre mía mas seguridad no pueden tener! con las puertas, las escaleras cerradas en la parte de abajo y de arriba, un jardín propio donde no se pueden escapar ni correr peligro por estar en la calle, tienen varias salas donde pueden campar a sus anchas, como si fuera su casa, no una habitación como el resto de guarderías, donde están tantas horas los de 0-1, 1-2 o los de 2-3. Eso es lo que yo considero inhumano, como si fuesen zulos!!

Total, esta es la humilde opinión de una mamá que esta encantada de llevar a sus peques. Ademas creo que tienen una lista de espera increíble porque no masifican la escuela como otras.

Bueno yo fui a ver la escuela y no me quede, Priero me venden que todos los niños están juntos pq siguen el método Montessori, y puede ser que se bueno pero donde se queda la seguridad??? niños de meses con niños de dos- res años??
Me parece un peligro tanta escalera como apuntaba otra opinión y lo del olor a humo tb lo note. Me dijeron que tenían un chico como educador pq asi aportaban una figura paterna, perdonar cuando yo llevo a mi hijo a un centro no necesito que se le aporte ninguna figura paterna pq ya la tiene. Me parece un centro caro y cuando yo fui a verlo no tenia el personal que la comunidad demnda, pues estaban dos personas en el aula y ninguna de las dos tiene la titulación, asi que el centro me ha decepcionado bastante.

El primer día que vi la escuela me entraron ganas de quedarme yo allí. Es preciosa, con mucho encanto, y tiene un jardín en el que los peques pueden disfrutar del aire libre. Hacen muchas actividades que les diferencia de otras guarderías (yoga, tienen un huerto, hacen pan...). Son pocos niños por decisión propia (tienen lista de espera) y eso se nota mucho en el trato que pueden darles. Las chicas (y chico, otra diferencia notable) son encantadores. Tratan a los niños con muchísimo cariño y siempre respetandolos como personas. Da la impresión de que para ellos no es un trabajo si no una diversión, se les ve disfrutar de lo que hacen.