IES Carpe Diem (Chinchón)

Te trasladas a vivir al sureste de Madrid buscando una vida más apacible par los tuyos. Trabajas todo el día, pagas tus impuestos, tu contribución al ayuntamiento. Tienes hijos. Son pequeños y les llevas a las escuelas rurales. Ves que los profesores se lo curran, no echas de menos Madrid ni los pueblos más grandes. Ves que aprenden, que sus conocimientos están a la par de tus sobrinos que viven en Arganda o en Rivas. Pero llega la preadolescencia, esa etapa tan crítica en el desarrollo de nuestros hijos. Y es entonces cuando descubrimos donde vamos a meter a nuestros hijos: en el instituto de Chinchón ¿Qué es eso? ¿Una oficina siniestra? ¿Un destroza-adolescencias? ¿Un correccional?. Busco alternativa: no hay colegios privados por la zona y los que existen no tiene plazas ¿Cómo los padres no nos ponemos en pie de guerra? ¿Cómo los profesores no hacen algo? ¿Son maestros o funcionarios? ¿A qué poder público hay que recurrir? ¿De verdad no saben las autoridades municipales y educativas lo que está pasando con sus ciudadanos más jóvenes? ¿Debo llevar a mis hijos a 30/40 Kilómetros de donde viven para escapar de este marasmo? ¿Por qué la educación es lo último si es lo más importante? ¿Adónde me he ido a vivir?

Estoy totalmente de acuerdo con el comentario anterior. Mi hijo también ha cursado este año 1º de la ESO, y ha sido absolutamente desastroso. Niños interrumpiendo las clases continuamente por su falta de educación y respeto hacia los demás, perdiendo el tiempo haciendo partes a esos alumnos en lugar de explicar el tema y dar clase como es debido.
Alumnos insultando y humillando a compañeros y profesores sin que estos hagan nada, un día detrás de otro. Han traído a casa diariamente, una cantidad desmesurable de tareas, trabajos individuales y colectivos.
Lo peor de todo esto, es ver, como tu hijo sale cada mañana con ilusión al colegio y vuelve desanimado y decepcionado.
Una queja que hice en una reunión y creo que la gran mayoría de los padres estábamos de acuerdo, es la injusticia de los castigos colectivos. Reciben el mismo trato y castigos los alumnos que cometen faltas graves como los que no. Esto demuestra claramente la falta de autoridad y de saber hacer de los profesores. Dijeron que lo hablarían, pero nada cambió.
Tristemente no ha sido posible encontrar plaza en otro Centro, veremos que tal se presenta el próximo curso.

Mi hijo esta en 1º ESO y quizá porque veníamos de un centro donde se tomaban la enseñanza desde la excelencia, la implicación y la tolerancia, notamos más las carencias y deficiencias que tiene.
Los profesores no tienen ningún tipo de interés por sus alumnos, son simples trabajadores, que no maestros, que pasan allí su jornada laboral y punto.
La enseñanza es mediocre con un nivel bajisimo.
No saben imponer autoridad, ni respeto.
Consiguen que niños con doce años les desestabilicen, hasta el extremo de hacerles llorar en mitad de la clase o permitirles lanzar papelitos y demás objetos a compañeros y a ellos mismos, alborotar e interrumpir constantemente, sin que nada ocurra.
Los niños que tienen la intención de estudiar, son obligados a imponer orden para conseguir unos minutos de clase seguida, con las consiguientes represalias por parte de los otros.
Un sinsentido de deberes sobre materia que no han explicado... proporcional a su ineptitud, lógicamente.
Y si intentas hablar con tutores y demás personal del centro, se quejan de que estás excesivamente pendiente del crío y que nada es para tanto.
Eso si, los partes y los puntos negativos de forma colectiva están al orden del día, provocando que los que no están motivados, les de igual y los que tienen interés lo pierdan por completo.
Y los chiquillos son eso, chiquillos, nada de bandas organizadas de criminales.
Es un desastre en todos los sentidos.
Si pueden optar por otro centro, no lo duden, a nosotros todavía nos quedan cinco meses de suplicio.