IES Sierra Almijara (Nerja)

Querido profesor:
Le escribo esta carta porque sé que no tenemos una buena relación y realmente me gustaría mejorarla. Es cierto que no soy un buen alumno y que me divierto haciendo bromas a mis compañeros. También es verdad que no suelo prestar atención en clase ni cumplir con mis obligaciones escolares.
Como usted sabe, yo sufro TDAH, un trastorno que me provoca dificultades para estudiar o portarme bien. No quiero justificarme: el TDAH realmente me afecta. A mí me gustaría ser como los demás: poder estudiar y aprender sin problemas, y no pelear todo el tiempo con unos compañeros que se burlan de mí.
A través de esta carta quiero explicarle el origen de algunas conductas que para usted pueden ser signos de mala educación o de desinterés.
Muchas veces me ha pillado hablando con un compañero mientras explica las instrucciones de un trabajo. Esto suele ser porque le estoy preguntando algo que no he entendido. A menudo no le pregunto a usted por no molestar, y sentirme estúpido delante de toda la clase. Reconozco que esto es un error, pero no me gusta que usted piense que soy un pesado.
Otra veces me distraigo porque no comprendo lo que usted explica y me cuesta prestar atención. Yo intento mejorar esta conducta, pero me cuesta muchísimo. Sea paciente conmigo, acérquese a mí y ofrézcame su ayuda.
Cuando yo le digo que me olvidé de hacer la tarea, es cierto. No estoy tratando de pasarme de listo, sino que realmente me cuesta mucho recordar algunas cosas.
Lo mismo ocurre cuando yo le digo que dejé los deberes en casa o no los encuentro. Muchas veces no me cree, pero ¡es verdad! Soy muy despistado, se me hace muy difícil no olvidar las cosas en casa o encontrarlas cuando las necesito. Si a usted le parece, podría hacer mis deberes en un cuaderno, en lugar de en folios sueltos, así no los pierdo.
Trabajaré mejor si usted realiza un plan detallado de la actividad y me explica claramente qué es lo que espera de mí. Si por alguna razón usted debe cambiar el plan, por favor, guíeme, ayúdame a acomodarme. Recuerde que me cuesta mucho adaptarme a los cambios.
Por favor, a la hora de reprenderme no me humille delante de toda la clase. Cuando usted lo hace, me enojo y ya no quiero modificar mi conducta. Prefiero que usted me llame la atención en privado, así podremos hablar con tranquilidad y yo podré entender qué es lo que he hecho mal y porqué no debo volver a hacerlo.
No me haga sentir diferente a los demás por sufrir TDAH. Intente ayudarme sin llamar la atención hacia mi trastorno.
Aunque no lo parezca, yo quiero mejorar; hacer las cosas lo mejor posible y aprobar con las mejores notas. Esto es realmente difícil para mí; a veces me frustro y ya no quiero hacer nada. Por eso necesito que usted me ayude.
Le recomiendo que busque información sobre el TDAH. Existe mucha bibliografía para profesores; allí encontrará técnicas para ayudar a otros alumnos como yo.